Hoy en día en dos o tres salidas los jóvenes entablan una relación de pareja y sin conocer bien la personalidad de cada uno, se enrumban en un sentimiento amoroso. Si con el pasar del tiempo las cosas funcionan, se empiezan a enseriar.
José Antonio Cedeño tenía 18 años cuando en una “noche de rumba” conoció a Andrina Flores. Empezaron a compartir cada fin de semana en locales nocturnos. Se gustaron pero su relación se limitaba sólo a bailar, uno que otro beso, un abrazo, una caricia, “pero nada de compromisos, nada de formalidades”, según cuenta José Antonio.
Meses después se dieron cuenta que ambos eran vecinos. El joven adolescente comenzó a visitar a Andreina y conocieron esas facetas de sus vidas que se alejan de la vida nocturna. José y la chica tenían los mismos intereses y ambos pasaban por “un amargo desamor”.
“No sé como sucedió pero con el pasar del tiempo, ya no sólo íbamos a la discoteca, sino que veíamos juntos una película, salíamos a comer helados. De repente pasaron cuatro años y aunque fue difícil entendernos ya estamos pensando en matrimonio”, señala José, quien hoy en día tiene 23 años de edad y estudia en la Universidad de Oriente (UDO) .
Según el psicólogo, Pedro Pablo Vera, este tipo de relaciones sentimentales se debe a que los adolescentes se caracterizan por tener un prototipo de conducta compulsiva y menos reflexiva. Este comportamiento los lleva a violar las reglas que les imponen los adultos, para construir sus propias normativas.
Vera toma como ejemplo el lenguaje: “antes decirle a una muchacha una grosería estaba mal visto, hoy es algo común y corriente, los jóvenes no lo toman como un insulto”.
Además los padres modernos también dan libertades a los muchachos. Hace algunos años las niñas para poder salir con un posible novio debía llevar un chaperón, hoy es común ver en el cine y en los centros comerciales a niños de 13 años tomados de la mano.
Según el psicólogo esto permite que los adolescentes se sientan más libres para actuar y aunque no es del todo malo trae consecuencias negativas, debido a que cuando inician una relación sentimental, siendo aún inmaduros, se enamoran y se desenamoran rápidamente. Es entonces cuando toman los noviazgos como un método de diversión y así podrían iniciar prematuramente una vida sexual que si no es llevada con responsabilidad puede provocarles consecuencias a largo plazo.
Y aunque José Antonio y Andreina han compartido juntos varios años y lograron entenderse, el doctor Vera indica que para lograr que las personas vivan su juventud sin tener en un futuro nada de que arrepentirse plazo.
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